¿Cuál es la diferencia entre una casa modular y una prefabricada?
Las casas modulares empiezan a tener más fama y muchos se preguntan en qué se diferencian de las clásicas “casas prefabricadas”
26 de junio de 2025
20:48
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Las casas modulares están ganando protagonismo y se posicionan como una opción de vivienda. En un contexto donde la posibilidad de tener una casa propia vuelve a aparecer en las conversaciones de los argentinos, fruto del resurgimiento del crédito hipotecario, muchos se preguntan cuál es el tipo de vivienda que conviene comprar. Además, ante el aumento del costo de construcción, que se ha duplicado en dólares en el último año, surge la inquietud sobre qué se puede adquirir o construir a precios accesibles sin sacrificar calidad.
En este contexto, una de las opciones disponibles son las propiedades que se construyen en fábricas. Pero, ¿cuál es la diferencia entre las casas prefabricadas y las modulares, que poco a poco van ganando terreno?
Las casas modulares pueden transportarse a cualquier lugar del país
Una casa modular es, en esencia, una casa prefabricada. Sin embargo, en Argentina, el término “casa prefabricada” suele estar asociado a mala calidad. Por esta razón, se está intentando promover el concepto de “modular”, para resaltar que las viviendas construidas con esta tecnología en una industria presentan una calidad superior a las de épocas anteriores, así como varias ventajas destacables.
La casa prefabricada tiene un preconcepto que, a veces, está más arraigado en Buenos Aires que en el resto del país, por eso se busca la palabra modular, explica Federico Azzollini, socio gerente de Icon +. Según él, hoy en día están trabajando con casas modulares diseñadas por arquitectos de renombre, ofreciendo la posibilidad de acceder a un hogar de diseño que, de ser construido con métodos tradicionales, podría resultar inalcanzable. Así, se “democratiza” la arquitectura y el buen diseño.
¿Qué ventajas tienen las casas modulares?
Las casas modulares se construyen a través de un proceso de fabricación en serie, similar al de la industria automotriz. En lugar de levantar la casa en el terreno de a poco, se construye casi en su totalidad en una fábrica, donde se lleva a cabo desde la generación y armado de la estructura hasta las terminaciones finales. Una vez lista, se transporta en partes al terreno donde se ubicará.
A pesar de que existe una amplia variedad de modelos y precios dentro del universo de las casas modulares, muchas de sus ventajas son compartidas: brindan una calidad más controlada, ya que se producen en planta con una precisión de 2 mm; tienen mayor velocidad de ejecución (en algunos casos, se levantan en dos meses); utilizan un proceso más sustentable con menor impacto ambiental y pueden realizarse con materiales reciclables en su totalidad.
Además de reducir los plazos de obra, las casas modulares permiten una mayor precisión en los costos. Esto es posible porque, al trabajar en una fábrica con los materiales al alcance, se evitan inclemencias climáticas que pueden alterar el proceso de construcción. “Si te la entregan en cuatro meses, en lugar de 24, hay una diferencia de valor por inflación muy importante”, señala Lucas Salvatore, presidente de Idero. Un aspecto clave de estas viviendas modulares es que son transportables.
Según especialistas, los costos de levantar una casa con tecnología modular están a la par de la construcción tradicional. Sin embargo, dado el volumen que pueden alcanzar al construirse en serie, en algunos casos se encuentran entre un 20 y un 25% por debajo de una casa tradicional económica, mientras mantienen todas las ventajas de esta tecnología.
Además, pueden diseñarse en función de la zona bioclimática donde estarán ubicadas. De esta manera, se realizan cálculos de aislación térmica, acústica e ignífuga, basándose en las temperaturas que las rodearán, lo que se traduce en eficiencia energética y ahorros en suministros como electricidad y gas.
Esta característica es especialmente útil en industrias como la petrolera, donde la necesidad de vivienda se ajusta a condiciones climáticas específicas. “Si dentro de 30 años Vaca Muerta no cuenta con el potencial que tiene hoy, existe la posibilidad de relocalizar las construcciones que se hicieron y llevarlas a Jujuy, si fuera necesario”, añade Salvatore, quien se dedica a levantar edificios modulares en esa zona.
Por María Josefina Lanzi
Construcción y Diseño
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