El insólito cambio en Notting Hill: “Soy una chica, parada frente a una puerta, pidiéndole a los turistas que se vayan”
UN GRUPO DE VECINOS DECIDIÓ ABANDONAR LAS FACHADAS LUMINOSAS Y COLORIDAS CON LA ESPERANZA DE QUE SUS CASAS SEAN MENOS FOTOGRAFIABLES Y SUS CALLES MENOS TRANSITADAS
8 de junio de 2025
Notting Hill, el encantador barrio del oeste de Londres que enamoró al mundo con Julia Roberts y Hugh Grant, ya no es el mismo. Aquellas pintorescas fachadas que inspiraron escenas de películas y miles de fotos en Instagram están siendo modificadas, tapadas y, en muchos casos, pintadas de negro.
Muchos vecinos, cansados de que su calle se convirtiera en un set de fotografía permanente, decidieron comenzar a oscurecer sus viviendas para alejar a los nuevos curiosos, especialmente a los influencers. “Un lugar llamado Notting Hill”, la película de 1999 que catapultó la fama del barrio, ahora resuena de manera irónica en las calles.
La queja no es nueva, pero sí su escala. Las largas filas de visitantes, las modelos improvisadas cambiándose de ropa en carpas instaladas frente a las casas y hasta sesiones fotográficas poco convencionales han colmado la paciencia de los residentes. Una carta enviada puerta a puerta resumió el sentimiento compartido: “No somos un museo. Somos una calle residencial”.
El turismo en Notting Hill aumentó considerablemente tras la cuarentena. Un residente comentó: “De repente, aparecimos en alguna lista viral de influencers. Y todos vinieron, como moscas a la miel”. La situación ha llegado a tal punto que muchos ya no pueden alquilar sus casas debido al masivo flujo de turistas.
La ironía es que el principal atractivo de esta calle, sus casitas de colores, fue precisamente lo que la convirtió en imán de turistas. Sin embargo, ese mismo encanto ahora amenaza con desdibujar la tranquilidad de quienes viven allí desde hace años.
Algunos vecinos han iniciado una campaña colectiva para que todos los propietarios pinten sus casas de colores apagados o negro. “Este color no se ve bien en Instagram. Por eso queremos cambiar toda la calle”, afirmaron. Lo que antes era un arcoíris para las redes, ahora busca transformarse en sombra.
La lluvia, que siempre fue el enemigo habitual del turismo londinense, es ahora celebrada por los residentes. “Si llueve, no vienen”, bromean.
La concejala Kim Taylor-Smith, vicepresidenta del Distrito Real de Kensington y Chelsea, afirmó: “Notting Hill es uno de los barrios con más encanto de Londres. Nos encanta recibir visitantes, pero les pedimos que sean respetuosos con la gente que vive aquí. Notting Hill no es solo un destino turístico, también es una comunidad”.
Los vecinos pusieron carteles en las calles para pedir que los turistas sean considerados con los residentes. Notting Hill, con sus coloridas fachadas, se enfrenta a un cambio drástico en su esencia, intentando recuperar la paz que alguna vez tuvo.
