Las calles con arboledas más lindas de Buenos Aires
Distintas especies de árboles dan vida a los corredores porteños: en Belgrano, Caballito y Parque Patricios están algunos de los más vistosos que invitan a mirar a la ciudad con ojos botánicos.
* 29 de septiembre de 2025
* 17:09
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Los fabulosos árboles de la avenida Pedro Goyena, en Caballito.
Algunas calles o avenidas de la ciudad se encuentran plantadas con doble alineación de árboles lo que, en contados casos, determinan lo que se conoce como bóvedas vegetales o cañones verdes. Estas se producen cuando las copas de los árboles crecen tanto que se tocan en altura. Dominadas por una frondosa arboleda, estas vías se convierten en las más atractivas de la ciudad.
En el barrio de Belgrano R, la avenida Melián está entre los primeros puestos de este ranking de corredores verdes porteños. Basta transitarla a pie o en automóvil para quedar embelesado por el tupido túnel de más de un centenar de tipas (Tipuana tipu) en el trayecto de esta vía que va desde Olazábal hasta La Pampa.
Las tipas se lucen en la avenida Melián, en Belgrano R. La escena se completa con las mansiones y casonas en estilo inglés, con sus elegantes techos de tejas o de pizarra rodeadas por jardines. Todo el recorrido es apacible y el ritmo acelerado de la gran ciudad parece ajeno a esta zona porteña que, sin dudas, es una de las más vistosas. En diciembre se produce un fenómeno natural que deja a sus adoquines, de las pocas superficies de este tipo que quedan en Buenos Aires, cubiertos por las flores amarillas que caen de las tipas en esa época del año.
El túnel de árboles en la avenida Melián, en Belgrano. La avenida Pedro Goyena, en el barrio de Caballito, es otro de los corredores verdes cuya arboleda no pasa desapercibida. Allí más de 300 tipas completan unas 20 cuadras que convierten a este túnel verde en uno de los más extensos de la ciudad. Desde avenida La Plata hasta Juan Bautista Alberdi se suceden unos 10 árboles de añosas tipas por cuadra que alcanzan más de 20 metros de altura. Sin dudas, el paisaje es uno de los más bellos de Buenos Aires.
Cabe destacar que, en la ciudad, las tipas fueron plantadas dentro del plan de paisajismo urbano del destacado paisajista francés Carlos Thays, iniciado en la década de 1890, cuando estuvo al frente de la Dirección de Paseos y Parques (entre 1891 y 1914). En ese período plantó más de 200.000 árboles en la ciudad pero su vasta obra incluye la remodelación de la mayoría de los espacios verdes porteños como el Parque Tres de Febrero, Los Andes, Ameghino, Patricios, Chacabuco, Centenario, Lezama, Plazas del Congreso y Plaza de Mayo, entre tantos otros.
La proliferación de tipas en la ciudad responde a que era una de las especies preferidas por Thays, por lo tanto, es una de las especies más frecuentes del arbolado porteño y ya forma parte de su identidad. En Buenos Aires, las tipas alcanzan un porte promedio de entre 15 y 17 metros de alto, aunque en su ambiente natural pueden alcanzar los 40 metros.
En Parque Patricios, otra gran bóveda verde se extiende sobre la avenida Caseros, la arteria principal del barrio. En este caso no se trata de tipas sino de plátanos (Platanus acerifolia), que forman un corredor vegetal que va desde la avenida Vélez Sarsfield hasta la calle Luna. Aunque actualmente la frondosa arboleda recorre unas seis cuadras, originalmente ocupaba unas 12, pero quedó mermada por una poda intensiva realizada hace más de 10 años.
El corredor verde de la avenida Caseros se compone de unos 120 plátanos de unos 15 metros de alto, aunque esta especie puede alcanzar 25 metros, y es reconocida por generar una sombra fresca.
Además de estos, existen otros tantos túneles que llenan de verde la ciudad como el de plátanos en la avenida Warnes, entre Constituyentes y Chorroarín; o en la avenida Forest, entre La Pampa y Avenida de los Incas, con un ejemplar exótico como el Ibirá Pitá, de origen selvático y uno de los menos frecuentes.
Buenos Aires puede recorrerse desde una mirada distinta porque la naturaleza también se abre paso en medio del cemento.
Fuente: LA NACIÓN