
Por 8 mil dólares: así es la casa prefabricada “low-cost” que ganó popularidad este 2025
EL PRECIO CONVIERTE A ESTA VIVIENDA EN UNA REFERENCIA ATRACTIVA PARA UNA DEMANDA CRECIENTE.
CON SOLO 22 M² ES UNA APUESTA EXTREMA A LO PRÁCTICO Y LO ECONÓMICO.
La casa prefabricada de 8 mil dólares tiene un ambiente que combina dormitorio/sala, cocina y baño, en un diseño súper minimalista.
En plena crisis habitacional, crece el interés por viviendas modulares y una casa prefabricada de apenas 22 m² aparece en el mercado por menos de 8 mil dólares. El modelo, vendido por la empresa Upyard, incluye dormitorio/sala, cocina y baño en un diseño súper minimalista. Este tipo de viviendas son ideales en tiempos de crisis en el sector inmobiliario.
Aquí, los beneficios y las cuestiones a tener en cuenta en este tipo de lecciones.
UNA CASA PROPIA POR EL PRECIO DE UN VEHÍCULO USADO
La casa prefabricada es una vieja aspiración que ha cobrado fuerza en los últimos años, sobre todo desde la pandemia. La combinación de construcción rápida, bajos costos y eficiencia energética la convierte en una opción atractiva para quienes buscan una vivienda accesible sin comprometerse con hipotecas elevadas.
Según una nota del diario AS, una de las propuestas más económicas es la casa prefabricada Upyard —modelo “Chardonnay”— cuyo costo ronda los 8.000 dólares. Con apenas 22,2 m², incluye un ambiente que combina dormitorio y sala, cocina y baño.
Una vivienda mínima, pero autosuficiente para una persona o una pareja. Otra alternativa interesante es la de Hoby‑Casas, con un modelo de 45 m² a € 6.178, que incluye aberturas dobles, puertas de cristal y una distribución más amplia.
Los fabricantes indican que este tipo de vivienda es ideal para campo, casa de fin de semana o vivienda secundaria. Estas casas aprovechan la construcción modular para reducir desperdicios, acortar tiempos de obra y disminuir el impacto de factores climáticos en la fabricación.
LAS VENTAJAS PRINCIPALES DE ESTAS CASAS “LOW-COST”
Precio accesible: con menos de US$ 8.000, algunas de estas casas cuestan menos que un auto de gama media. Esto abre la posibilidad de acceder a vivienda propia sin endeudarse excesivamente.
Construcción rápida y eficiente: al ser prefabricadas, los módulos llegan prácticamente listos para montar; se evita la demora y los imprevistos de una obra tradicional.
Uso versátil: además de vivienda permanente, pueden servir como casa de campo, alojamiento temporal, vivienda secundaria o hasta espacio de trabajo. Esto las vuelve atractivas para quienes buscan flexibilidad.
Menor desperdicio y mayor control industrial: al planificarse en fábrica, se optimizan recursos, se reduce el desperdicio de materiales y se logra un control de calidad más uniforme.
LIMITACIONES DE ESTAS CASAS “LOW-COST”
* Espacio reducido: las versiones más económicas tienen superficies muy pequeñas (como 22 m²). No están pensadas para familias numerosas, sino para personas solas o parejas.
* Comodidades limitadas: aunque pueden incluir cocina y baño, el equipamiento, el confort y las instalaciones son básicas. Esto puede resultar insuficiente si se busca una vivienda permanente con comodidades completas.
* Necesidad de terreno apto y servicios: tener un terreno con posibilidad de conexión a servicios (agua, electricidad, saneamiento) es esencial. Si no se considera, el costo final puede subir considerablemente. Este aspecto suele pasarse por alto en los anuncios de casas “baratas”.
* Regulaciones y legalidades: dependiendo del país o la zona, puede requerirse permiso de construcción, inscripción registral, cumplimiento de normas urbanísticas y requisitos de habitabilidad. En muchos casos, estos costos no están incluidos.
En una realidad donde los alquileres y los precios de los terrenos suelen ser altos, una casa prefabricada asequible puede transformarse en una solución.
¿QUÉ SIGNIFICAN “8 MIL DÓLARES” EN ESTE CONTEXTO?
Para muchos representa un umbral simbólico porque se trata de una vivienda propia al alcance de los que no pueden acceder a un crédito o alquiler.
Este precio se convierte en una referencia atractiva, especialmente para quienes buscan salirse del mercado de alquiler o compartir con varios inquilinos. En una realidad donde los alquileres y los precios de los terrenos suelen ser altos, una casa prefabricada asequible puede transformarse en una solución.
Además, la popularización de estas viviendas empuja a pensar en modelos de vida diferentes: más simples, minimalistas, con menor consumo, menor huella ecológica y con menor deuda. Una tendencia que se vincula al auge del concepto de “vivienda digna al alcance de todos”.
Fuente: Redacción Clarín – Ver nota original

