Quita de subsidios en la luz: cómo consumir menos energía en el hogar
El Gobierno avanza con la reducción de subsidios y las facturas de electricidad comienzan a reflejar el nuevo escenario; consejos clave para disminuir el consumo y cuidar el bolsillo.
* 26 de mayo de 2025
* 12:38
* Tiempo de lectura: 4 minutos
Cómo disminuir el consumo de electricidad y cuidar el bolsillo ante la quita de subsidios en la luz
Con las nuevas medidas impulsadas por el Gobierno nacional, miles de usuarios residenciales comenzaron a perder total o parcialmente los subsidios en sus facturas de electricidad. Este lunes, a través de la Resolución 219/2025, publicada en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía dispuso la quita del descuento del 50% para usuarios del régimen de Zona Fría que tengan más de un medidor de gas registrado a su nombre, quienes ahora pasarán a pagar el 70% del valor de la tarifa plena.
La medida afecta a 137.975 CUIT o CUIL que, según la evaluación oficial, mantenían subsidios simultáneamente en más de un domicilio. Solo podrán conservar el descuento quienes acrediten situación de vulnerabilidad a través de los canales habilitados por la Anses.
Esta quita se suma a la ya anunciada la semana pasada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la que más de 15.500 usuarios de electricidad en zonas de alto poder adquisitivo como Puerto Madero y countries de la provincia de Buenos Aires serán excluidos del régimen de subsidios. Según detalló, el 44% de ellos se había inscripto como “de ingresos bajos” y el 56% como “de ingresos medios”.
El Gobierno dispuso quita de subsidios en algunas zonas del país
En este contexto, los consejos para reducir el consumo eléctrico en el hogar se vuelven más relevantes que nunca.
CÓMO AHORRAR ENERGÍA EN EL HOGAR
Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), algunos electrodomésticos concentran gran parte del consumo eléctrico en los hogares, especialmente si se utilizan con frecuencia. En la lista figuran el aire acondicionado –en particular los que no cuentan con tecnología inverter–, el termotanque, la estufa eléctrica, el lavavajillas, la pava eléctrica y los anafes vitrocerámicos.
Para contrarrestar este gasto, el organismo recomienda aplicar una serie de hábitos sencillos pero efectivos. Por ejemplo:
* Utilizar lámparas LED, que consumen hasta un 90% menos que las incandescentes, y mantenerlas limpias, ya que la suciedad puede reducir su luminosidad hasta un 50%. En los espacios comunes o de paso, los sensores de movimiento o temporizadores también ayudan a evitar que las luces queden encendidas innecesariamente.
* En la cocina, el uso eficiente de la heladera es clave. Abrirla solo cuando sea necesario, asegurarse de que quede bien cerrada y mantenerla alejada de fuentes de calor –al menos 15 centímetros de distancia de paredes, hornos o rayos solares directos– puede reducir el esfuerzo del motor y, con ello, el consumo energético.
* El lavarropas también ofrece margen de ahorro: es preferible lavar con el programa económico, en lo posible con agua fría, ya que calentar el agua incrementa el uso de electricidad en un 80%.
* Planchar grandes cantidades de ropa en una sola sesión es más eficiente que hacerlo en múltiples tandas, ya que la plancha consume menos cuando se usa de forma continua.
* En cuanto a los dispositivos electrónicos, conviene evitar dejarlos en modo de espera o stand by, ya que ese consumo silencioso puede representar hasta un 70% del gasto que generan encendidos. Lo mismo aplica a las computadoras, televisores, equipos de audio o reproductores de DVD. Apagarlos por completo cuando no se utilizan es una medida simple con impacto directo.
* El aire acondicionado merece una mención aparte. El ENRE recomienda configurarlo a 24°C en verano y 20°C en invierno. Mantener puertas y ventanas cerradas y limpiar los filtros al menos dos veces al año permite que el equipo funcione de forma más eficiente y con menor gasto energético.
En un escenario donde los subsidios se retraen y los aumentos en la tarifa eléctrica golpean al bolsillo, adoptar estas prácticas cotidianas se vuelve una herramienta concreta para enfrentar el nuevo panorama sin resignar comodidad. Además, esto aporta un beneficio adicional: reducir la huella energética en el planeta.